El diagnóstico de la demencia en la práctica es clínico, es decir debe estar basado en los síntomas y signos que presenta el paciente acompañado de la realización de test cognitivos. Se debe sospechar en cualquier adulto mayor con inicio insidioso, deterioro progresivo de la memoria y al menos otro síntoma cognitivo que conduce a un funcionamiento deficiente. Las conocidas como las “10 señales” nos pueden ser útiles para su sospecha.