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Demencia y enfermedad de Alzheimer

Definición

La Organización Mundial de la salud (OMS) define la demencia como un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.

Tipos de demencia

Existen diferentes tipos de demencia siendo el más frecuente la enfermedad de Alzheimer que supone entre el 60-70% del total de casos de demencia. El nombre proviene del patólogo y psiquiatra alemán Alois Alzheimer que en 1906 describió este cuadro como una enfermedad degenerativa cerebral en la que se pierden neuronas, se produce el acúmulo de una proteína anormal (amiloide) y muestra lesiones características (placas seniles y ovillos neurofibrilares) en el cerebro.

Síntomas

Los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer suelen ser los problemas de memoria, aunque los síntomas iniciales pueden variar de una persona a otra. Un deterioro en otros aspectos del pensamiento, como encontrar las palabras correctas, problemas de orientación espaciales o temporales y un razonamiento o juicio deficiente, también pueden indicar las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. El deterioro cognitivo leve (DCL) es una condición que puede ser una señal temprana de la enfermedad de Alzheimer, pero no todas las personas con DCL desarrollarán la enfermedad.

Las personas con Alzheimer tienen dificultad para realizar las tareas cotidianas, como conducir un automóvil, cocinar o llevar una mínima contabilidad de sus cuentas. Pueden hacer las mismas preguntas una y otra vez, perderse fácilmente, perder cosas o ponerlas en lugares extraños e incluso encontrar las cosas simples muy confusas. A medida que avanza la enfermedad, algunas personas comienzan con trastornos de la conducta como agitación o agresividad o trastornos psiquiátricos como depresión, ansiedad, delirios o alucinaciones.